29 DE NOVIEMBRE: LEJOS DEL HOGAR ESTÁS

Aquí, a todos nos tocó un día decir adiós al primo, al hermano, a los padres, a los hijos, a los amigos. La diáspora que ocurrió desde el Ecuador ha sido permanente. Ya en los años cincuentas viajaron hacia Nueva York o Venezuela, atraídos por las oportunidades, por el brillo del oro y el petróleo, por la posibilidad de, en pocos años, hacer un tiempo nuevo, una casa nueva, una vida nueva en Jackson Heights o La Guaira, desanimados por tanta pobreza y  tanto velasquismo. Lo más grave vino después, cuando ocurrió la gran parranda del feriado bancario, de la incautación, de la improbable gobernabilidad, del simple hecho de que el Ecuador era inviable. No se podía vivir aquí.

El Ecuador se fue despojando, poco a poco, casi sin sentirlo, de sus mejores valores. Y el drama se instaló, con toda su amargura, en la familia ecuatoriana. Hijos que se criaron sin sus padres, esperando en cada llamada o cada carta la noticia de su propia repatriación; madres que, en los fríos campos ibéricos, mientras recogían tomates y de paso eran abusadas por el capital, añoraban la vuelta, extrañaban el dolor de la propia Patria. Abuelas que debían criar a sus nietos, que descarriados y decepcionados no encontraron mejor cosa que la violencia, el asalto, el secuestro. La fractura que provocó una decisión política que avergüenza a toda la clase dirigente de este país, es mucho más grave de lo que se piensa a simple vista.

Es curioso, también, darse cuenta que la tortilla dio la vuelta, y ahora, durante los últimos años, quienes se fueron regresan. La crisis los siguió por donde fueron, y ahora ven en su propia Patria la posibilidad. ¿Posibilidad de qué? Para empezar de encontrarse nuevamente con sus familias rotas, unirlas despacio y con la experiencia que solo puede tener el que lo dejó todo y volvió. Y luego, creo, instalarse en un ambiente donde, innegablemente, existe más estabilidad y posiblemente menos miseria. ¿Más justicia? solo el tiempo podrá decirlo.

En lo personal, la diáspora siempre fracturó mis sentimientos. Mucha de la gente que más quiero vive fuera del Ecuador, y su migración (o la de sus padres o abuelos) ha hecho de que muchos de mis días sean melancólicos, esperando su regreso, o añorando la simple oportunidad de verlos y abrazarlos. Para ellos es este programa, que he bautizado “Lejos del hogar estás”, y que incluye varios temas musicales sobre irse, sobre añorar la casa, sobre regresar, o sobre no volver nunca más. Esta es la selección de hoy.

Spinetta Jade, Canción de Bajo Belgrano
Juan Carlos Baglieto & Lito Vitale, Postales del alma
Inti Illimani, El equipaje del destierro
Gilberto Gil, Can’t Find My Way Home
Dori Caymmi, Migration
Chico Hamilton, Man From Two Worlds
Lenny White, Gato Barbieri, Andy González, Casablanca
Mulatu Astatke, Radcliffe
James Brown, Home at Last
Yosvani Terry, Returning Home
Brad Melhldau Trio, She’s Leaving Home
Leonard Cohen, Going Home
Djavan, Azedo e Amargo
U2, Stay (Faraway So Close)
Dire Straits, So Far Away
Bruce Springsteen, My Hometown
Sade, Bring Me Home

Este capítulo de TAN LEJOS TAN CERCA se emite este Jueves 29 de Noviembre, de 9 a 11 am (14 a 16 GMT) por la Radio Pública de Quito. Se puede escuchar el programa, en vivo, vía Live Streaming AQUÍ. Y AQUÍ se puede escuchar el programa en diferido, y todos los programas anteriores. Imagen: Bianca García: «Chinatown Character».

Escuche aquí: Lejos del hogar estás

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