«Some girls are bigger than others / some girls’ mothers are bigger than other girls’ mothers»
Morrissey
Era gordo, él, y sus amigos de la clase le decían “hipopótamo”. Como tenía lentes, “hipopótamo ciego”. Tenía sobrepeso, ella, y le fue difícil encontrar trabajo. Pedían chicas “de buena presencia”. Otro, no cabía, de tanta gordura, en la butaca del cine, y para viajar en avión tenía que comprar no uno, sino dos boletos. Otra, no encontró la talla 10 para su vestido en las tiendas de la moda, tuvo que acostumbrarse a que la costurera le ampliara toda la ropa. La vida del gordo y de la gorda es dura en un mundo que simplemente no acepta a los diferentes, en una economía cruel, arrolladora, inclemente.
Para muestra, basta este desagradable evento ocurrido hace pocos días: Mike Jeffreys –muy rubio y millonario él– declaró que la marca de ropa de la que es dueño, Abercrombie and Fitch, no produciría más tallas grandes. Según su obtusa mentalidad, “queremos que solo los chicos cool luzcan nuestra ropa; en cada colegio hay chicos lindos y chicos no tan lindos. Yo solo quiero que mi marca la usen los chicos lindos”. Luego añadió, aun con más prepotencia: “Llámenme excluyente, no me importa”. En definitiva, me parece que esta es la medida exacta a la que la economía de mercado ha llegado. Ha llegado a colocar seres de esta baja categoría, de esta grotesca ignorancia, al frente de grandes corporaciones. Ya no importa cómo o a quién se ofende, se maltrata y se explota: lo único que importa ahora es hacer dinero. Ya lo sabemos, el lucro dictamina cómo somos, cómo nos vemos y cómo podríamos sentirnos bien. Tener una figura delgada, una pose altiva y unos zapatos de marca nos ahorraría muchos problemas en esta vida. ¿Para qué? Para que pocos se hagan millonarios. Los gordos lo sufren: el negocio de los gimnasios, de las dietas, de esos bebidas batidas horribles para adelgazar, las fajas… todo eso no está al servicio de la salud, como debería estar, sino al servicio de la «figura» y la «moda», que producen «aceptación».
Un día llegará, en el que los gordos, como todos los explotados del mundo, se revelarán. Planificarán su revancha. Y esa revancha no será destinada, como todos secretamente desearíamos, a cubrir con estiércol a los explotadores o a hacer llorar de arrepentimiento a gente como Jeffreys. Esa revancha será la de la justicia y la de la igualdad. La revancha de los gordos consistiría, de una vez y para siempre, en que una persona sola, o diez o mil o un millón, dejasen de ser convencidos por los poderes económicos que hay, y dejen de creer en las mentiras de los corporativos. Consistiría, esa revancha, sobre todo, en aceptar las diferencias.
Para este programa he escogido canciones que hablan de la gordura y la obesidad en varias formas. Muchas son de protesta, otras de humor, otras de desconsuelo, otras de celebración, por la limonada que hemos de hacer, si nos caen del cielo limones.
Queen, Fat Bottomed Girls
Jethro Tull, Fat Man
Morrissey, You’re The One For Me, Fatty
The Smiths, Some Girls are Bigger Than Others
Tori Amos, Fat Slut
Pixies, Gigantic
Weird Al Jankovic, Fat
Ella Fitzgerald, Savoy Truffle
The Mellotones, Fat Girl in Red
Steve Swallow, Let’s Eat
Miles Davis, Fat Time
Marc Ribot, Fat Man Blues
Shawn Lee’s Ping Pong Orchestra, Big Ben
Ron Carter, Big Fro
Mongo Santamaría, Fat Back
Virulo, Amor al priimer añejo
Este capítulo de TAN LEJOS TAN CERCA se emite en vivo este JUEVES 20 DE JUNIO, de 12:30 a 14:00 (hora de Ecuador); 17:30 a 19:00 (GMT); por Distrito FM 102.9 y en este mismo sitio web se puede escuchar en vivo, diferido, a cualquier hora después de su primera emisión, así como todos los programas anteriores. Imagen: «Benefits Supervisor Sleeping» Lucian Freud, 1995.
: : : : RAFAEL BARRIGA 