PROGRAMA DE RADIO EMITIDO EL 21 DE JUNIO DE 2024. ESCÚCHELO AQUÍ:

Irakere fue un grupo que se tomó la música muy en serio. Y sin embargo, verlo tocar en vivo, en una plaza pública o en un teatro de conciertos era una experiencia bella: eran unos niños gigantes divirtiéndose tocando música muy compleja. Desde mi perspectiva, no hay una experiencia musical más representativa de la Cuba de la segunda mitad del siglo XX.

Se formó en La Habana a fines de los años sesenta, donde su líder, el pianista Chucho Valdés era el joven más virtuoso de la isla. Se juntaron con un ánimo revolucionario: querían hacer jazz en un lugar donde estaba prohibido el jazz. Poco a poco, lo lograron. Pero lo que ellos hacen, al final del día, es único. Sí, tienen un componente del jazz, influenciado sobre todo por los sonidos de McCoy Tyner y la actitud de Herbie Hancock, pero hay mucho de rock también, y mucho de música académica, y con la misma intensidad está la música tradicional folklórica afro-cubana. Tanta mezcla y todo suena tan claro, tan bello, tan audible y tan bailable.

Irakere era un supergrupo porque, durante largos años entre los años setenta y ochenta, pasaron por allí los mejores músicos de cada instrumento: Carlos del Puerto, bajista, Carlos Emilio Morales, guitarrista, Oscar Valdés, cantante y percusionista, Enrique Pla, baterista, y especialmente Paquito D’Rivera, saxofonista y Arturo Sandoval, trompetista, que hicieron su propia leyenda en los Estados Unidos luego de estar en Irakere.

Es difícil describir el poder y la calidad de Irakere en palabras. Por eso hoy he complicado unas pocas obras de la trayectoria del grupo habanero, muchas de las cuales son ya clásicos de la música latinoamericana de todos los tiempos.

• Flute Notes
• Concierto Andino
• La explosion
• Aguanile Bonkó
• Bacalao con Pan
• El volcán del Caribe (Lo que va a pasar)
• Tributo a Peruchín
• El Tata
• Mr Bruce

Imagen: intervención sobre «La jungla», Wilfredo Lam, 1943.