PROGRAMA DE RADIO EMITIDO EL 26 DE JULIO DE 2024. ESCÚCHELO AQUÍ:

Philip Glass es un compositor de imágenes. Cada uno de sus trabajos comprende un cuerpo de pensamientos, imágenes mentales y actitudes que fusionan y transmutan la música hacia un destino visual. No quiero decir aquí, solamente, que sus obras son naturalmente aptas para los productos que requieren ser vistos –películas, operas, teatro– sino sobre todo que su composición, la esencia de su trabajo, está fuertemente ligado a la contemplación, está fascinada con evocar elementos dramáticos que podrían constituir, en cualquier ámbito, una puesta en escena dramática.

Glass está siempre interesado en conducir la estructura de sus piezas hacia un lugar cuasi-geográfico. El viaje es imprescindible. Eso que continúa, que se hace ola, esos sonidos que develan un trayecto, están buscando siempre un puerto. Van por un norte y llegan a un destino particularmente definido. Se trata de un lugar nostálgico, lleno de soledades y fuertes conmociones internas. El lugar al que arriba Glass es uno de terrible tensión.

Su biografía es la de un compositor académico que se volvió muy popular. Su ópera “Einstein en la Playa” tenía instrucciones en el programa de mano que incluían la posibilidad de que el público entrara y saliera a su antojo. “Yo no sé si soy minimalista ni nunca me preocupó serlo”, dice. “Siempre estuve más pendiente de mi propia experiencia musical, de mis sentimientos al crear y de lo que le pasa a la gente al escuchar la música”.

Hoy voy a presentar varias obras de algunos momentos sensacionales de su vida musical, entre ellas varias que son estrenos en este programa. Es, como muchos lo habrán notado, uno de mis músicos favoritos.

• Mad Rush
• Songs for Liquid Days: Changing Opinion
• Sons of the Silent Age
• Einstein on the Beach
• Glass Piece (Façades)
• Symphony no 3
• Symphony no 2