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El circo de los hermanos Gasca se posaba, en todo su esplendor y sordidez, en los terrenos baldíos de Iñaquito, en donde hoy está algo que se llama la Plataforma. Al llegar, lo primero que saltaba a la vista, o mejor dicho, al olfato, era la penetrante mezcla de olores: una combinación de carne en palito con huevitos chilenos, algodón de azúcar, manzanas enconfitadas junto con los excrementos de los elefantes de Kenia, los tigres de Bengala y los osos de Kurdistán, cuyas jaulas estaban al lado de la boletería.

Pasar cerca de esas jaullas era una especie de espectáculo preliminar, para ver a aquellos animales que estaban allí recostados, haciendo su siesta, deprimidos de tanto viaje, sin siquiera anticipar que en pocos minutos debían entrar a escena, a la pista del circo.

Ya adentro de la carpa, el ambiente era extraño y oscuro: niños con sus padres, tías con sus sobrinos, tías y abuelas sola y, claro, el olor que a las afueras por lo menos se ventilaba al aire libre, aquí estaba condensado. El maestro de ceremonias era un ser de un metro cincuenta y doscientas libras y lucía galera y mostacho. Las suertes del circo iban una por una: trapecistas que sólo en esta oportunidad no tenían red que amortigüe la caída, prestidigitadores infalibles, el globo de la muerte, donde dos salvajes motociclistas daban vueltas con sus máquinas ensordecedoras, el show de los payasos y su interactividad con el público. Y luego, los animales, que realizaban suertes asombrosas a pesar de que el desánimo y la pereza de la siesta parecían no haberse ido.

Es el mundo del circo. “El mayor espectáculo del Universo”. Me imaginaba como serían, en la vida real, todos estos personajes. Viajando de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, en largas caravanas de camiones fletados. Los niños ¿dónde estudiarían?, ¿dónde estarían sus padres? La mujer barbuda ¿sería realmente barbuda? Y el cliché parece ser verdad: la gente de circo es triste, meditabunda, errante y solo se tienen los unos a los otros.

Estas son canciones que hablan de eso: del circo, del peligro del trampolín, de las lágrimas impregnadas, para siempre, en el maquillaje del payaso.

• Being for the Benefit fo Mr. Kite – The Beatles
• Acrobat – U2
• Circo Beat – Fito Páez
• The Tears of a Clown – The Miracles ft Smokey Robinson
• Bravo pour le Clown! – Edith Piaf
• Send in the Clowns – Frank Sinatra
• Soul Circus – Victor Wooten
• Spectacle – Chick Corea & Béla Fleck
• Trampolín – Chick Corea / Jorge Pardo / Ron Carter / Antonio Sánchez
• Equilibrista – Egberto Gismonti  
• The Lion – Youssou N’Dour
• Doin’ It Right – Daft Punk / Panda Bear
• Magic Number – Herbie Hancock
• The Show Must Go On – Leo Sayer
• Panis et Circenses – Os Mutantes