PROGRAMA EMITIDO EL 26 DE DICIEMBRE DE 2024. ESCÚCHELO AQUÍ:

Un fenómeno extraño se dió en el Ecuador de las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado. La música de un grupo de compositores académicos empezó a sonar diferente. Los pasillos, yumbos o albazos, es decir los géneros y ritmos nacionales que poseían cierta historia ancestral, se incorporaban a sus composiciones. Había, en esa música, un encuentro: el legado europeo y clásico, con aquello que era reconociblemente propio. No era la primera vez. Ya una generación anterior había intentado hacer esa fusión.
Pero en la segunda mitad del siglo, el Ecuador empezaba un intento de reconocerse. Había perdido la guerra con el Perú y por ende a mitad de su territorio. La revolución Gloriosa de 1944 había traído esperanzas de un país más justo y más unido. La Casa de la Cultura se había fundado para empezar a hablar de la identidad. De esos movimientos surgió un nacionalismo musical fundamental e influyente. El compositor Gerardo Guevara Viteri sería un puntal definitivo de ese nuevo sonido ecuatoriano.
Guevara acaba de fallecer. Su vida músical fue notoria. Se acercó, como pocos de sus colegas, hacia la música popular, nunca abandonando la música académica. En su mejor momento popularizo la música académica, la hizo accesible a nuevos públicos. Y al hacerlo, valorizó –en un país profundamente racista y clasista– los recursos culturales de los pueblos y las nacionalidades de los Andes ecuatorianos. Guevara fue un hombre de su tiempo, sin duda, pero su mente musical estaba claramente adelantada a él. Tenía, además, extraordinarias dotes musicales y un buen gusto implacable.
La muerte de Guevara, el legado de su música, nos dice con claridad una cosa: la riqueza cultural del Ecuador es inmensa, a pesar de demasiados años de negación de aquello. Hoy tenemos decenas de compositores excelentes en el Ecuador, y muchos aficionados a la escucha de la música. Todos le debemos mucho a Guevara.
Hoy voy a presentar un puñado de sus composiciones, en diferentes contextos, y una breve conversación con uno de sus estudiosos, el musicólogo César Santos Tejada.
- El espantapájaros (Marcelo Ortíz, piano)
- Tonada (Marcelo Ortíz, piano)
- Apamuy Shungo (Marcelo Ortíz, piano)
- Albazo (Alex Alarcón, piano)
- Pasillo (Alex Alarcón, piano)
- Fiesta (Leonardo Cárdenas, arreglos)
- Recitativo y Danza (David Vásquez, guitarra)
- Despedida (Gerardo Guevara, piano)
- Divertimento (para cuerdas). Mov 1: Yaravi, Mov 2 y 3: Danzante y Yumbo, Mov 4: Albazo – Ensamble Universidad de Toronto, Felipe Luzuriaga, cond.
- Suite Ecuatoriana. I. Albazo, II. Lamento, III. Sanjuanito – James Strauss, flauta; Jorge Saade, violín, Orq. Filarmónica Municipal de Guayaquil