«La vida me gustaba más con humo… he dejado de toser, de expectorar, mi hipertensión ha disminuido y la isquemia cardiaca que padecía ha desaparecido. En cambio, me siento mucho más sola»
Cristina Peri Rossi
Agobiado por los anuncios que denotan la posible muerte prematura, acosado por los estandartes de la vida saludable, perseguido en bares, restaurantes y hasta en el propio domicilio, estigmatizado como el indecoroso portador de humaredas, el fumador ha quedado allí, a su suerte, ruborizado por tanto discrimen, adicto al pucho del cigarrillo, y sin lugar alguno en donde practicar lo que la cultura del consumo le ha ofrecido desde la adolescencia. Así ha venido la vida, en los últimos años, para los fumadores: nos mostraron cuan fuertes y cuan sofisticadas eran las personas, cuanto estilo emanaba de ellas cuando prendían un cigarrillo, en las propagandas de televisión, en las películas, en las revistas, en las vallas publicitarias. El hombre Marlboro se asemejaba a los meta-sujetos de los mejores Westerns; luego vendrían hombres vestidos de doctores a decir que el tabaco traía enfermedad y muerte; y luego, ya enganchada la nicotina en el fondo del alma, la ley dijo que no se podía fumar más en casi ningún lugar.
Empecé a fumar tarde, a los 24 años, en La Habana, en Cuba, cuando escaseaba la comida y el único alimento para el alma eran los fabulosos cigarros marca Montecristo que, esos sí, abundaban por toda la ciudad. Mi padre, mi madre y tres de mis cuatro abuelos son o han sido fumadores. Toco madera, todos los días, para que mis hijos no lo sean. Pero si llegan a serlo, no he de amarlos menos. Y quizás les leeré, a modo de consuelo, estas palabras escritas por Thomas Mann: “No comprendo que se pueda vivir sin fumar. Sin duda, es privarse de lo mejor de la vida y, en todo caso, de un placer sublime. Cuando me despierto, me alegro de pensar que podré fumar durante el día, y cuando como, tengo el mismo pensamiento. Sí, en cierto modo, podría decirse que sólo como para poder fumar después, aunque exagere un poco. Un día sin tabaco sería para mí el colmo del aburrimiento, sería un día absolutamente vacío y sin alicientes, y si por la mañana tuviese que decirme ‘Hoy no podré fumar’, creo que no tendría valor para levantarme. Te juro que me quedaría en la cama”.
El tabaco es malo para la salud. ¿Quién lo puede negar? (Aunque en los Estados Unidos de los años cincuenta, varios facultativos –previsiblemente pagados por las empresas tabacaleras, efectivamente anunciaban de los beneficios de los cigarrillos a la salud). Pero si la venta de cigarrillos es legal, si es legítimo publicitarlos en algunos medios masivos, es un contrasentido prohibir su consumo en lugares públicos. Estoy, por supuesto, de acuerdo en que se habiliten lugares específicos para los fumadores. Pero la prohibición, tal y como ha sido diseñada, es atentatoria a los derechos de las personas. Las campañas con fotos grotescas de lo que nos va a pasar si seguimos fumando, en las cajas de cigarrillos, tan solo nos invitan al morbo. Nada mas.
El tabaco está impregnado en los seres humanos. Así dan fe estas pocas canciones –escogidas de entre miles– que conforman este programa. Son canciones que están infectas de nicotina, envueltas en humo, y agraciadas de libertad y, si, enorme sofisticación.
Siouxie and The Banshees, Nicotine Strain
Bill Wyman and The Rhythm Kings, Tobacco Road
Dire Straits, Heavy Fuel
David Bowie, Rock’n’Roll Suicide
Otis Redding, Cigarettes and Coffee
Nina Simone, Don’t Smoke in Bed
Leonard Cohen, I Can’t Forget
Tori Amos, Smokey Joe
John Foxx and The Maths, Have a Cigar
Serge Gainsbourg & Catherine Deneuve, Dieu fumeur de havanes
Roberto Carlos, É proibido fumar
Gema y Pavel, Parar de fumar
Virulo, Puro cubano
Los Rodíguez, Aquí no podemos hacerlo
Sara Montiel, Fumando espero
Este capítulo de TAN LEJOS TAN CERCA se emite en vivo este MARTES 4 DE JUNIO, de 12:30 a 14:00 (hora de Ecuador); 17:30 a 19:00 (GMT); por Distrito FM 102.9 y en este mismo sitio web se puede escuchar en vivo, diferido, a cualquier hora después de su primera emisión, así como todos los programas anteriores. Imagen: «Marlon Brando Smokes Outside», Revista Life, 1961.