El verano ha llegado con toda su fuerza. La bella tarde quiteña se ilumina de mil colores… a menos que tengamos que pasárnosla en algún centro comercial, o en algún parque céntrico, donde las sombras de la muerte ha perseguido a más de uno últimamente. Pero dejemos esos malos pensamientos, y disfrutemos del verano. No hay colegios, así que los niños en casa halan nuestras vestimentas varias veces al día diciendo “Papi, estoy aburrido”… Así que el sol y el viento propios de la época deben motivarnos a salir a un parque céntrico… bueno mejor nos abstenemos de eso también, por aquello de las sombras.
Las salas de cine están atestadas de público. Ver “Los vengadores” en 3D nos causó indigestión de angustia y violencia, y el vecino de la butaca contigua comía, feliz, el Big Box del KFC. Programón. Las salas de teatro andan bastante destartaladas… fuimos a una en la Casa de la Cultura, donde gratos funcionarios con relucientes ternos color café nos informaron que la obra infantil a la que queríamos asistir se suspendía pues se había ido la luz. Tristes, y saliendo de la «casona de Benjamin Carrión», vimos que en sus verdes prados se hallan unos juegos infantiles. No nos atrevimos entrar: «sólo para los hijos de la asociación de empleados de la CCE» decía el cartel. Hay que mantener el decoro, uno no puede arriesgarse a que lo confundan con uno de aquellos, tan elegantes con sus trajes color café.
Pero no hay que desanimarse, hay sin dudas más opciones para divertirse este verano. ¿Jugar un partido de fútbol en las bellas canchas del parque “La Carolina”? Demasiado polvo. ¿Un museo? Cerrado los feriados y fines de semana. ¿Un concierto? Arjona ataca de nuevo, y cancelaron, sin dar mayores explicaciones, a los Illya Kuryaki. ¿Ir al estadio a ver al “equipo de todos” en la tibia tarde equinoccial? Prepárese para pagar ochenta dólares en la reventa para obtener unos tickets que dicen “cortesía”, y para, una vez adentro del estadio, sufrir al equipo de Rueda mientras, apretujado, uno ve el partido en la salida de emergencia del “recinto del Batán”.
Pero nada de eso importa: “Tiempo de verano, y la vida es fácil” reza la canción. Por eso he seleccionado un grupo de temas musicales propicios para el verano, y provenientes de varias tradiciones musicales.
Silvio Rodríguez, Sueño de una noche de verano
Caetano Veloso, Luz do sol
Stevie Wonder, Never Dreamedd You’d Leave in Summer
Gil Scott-Heron, The Summer of 42
Bob Dylan, In the Summertime
Richie Havens, Here Comes the Sun
Tori Amos, Dark Side of the Sun
Dave Brubeck Quartet, Summer Song
Courtney Pine, Children of the Sun
Michel Camilo, Solar
Janis Joplin, Summertime
Nina Simone, Summertime
Joshua Redman, Summertime
Herbie Hancock, Summertime
Manu Dibango, Summertime
Deep Rumba, Sunshine of Your Love
Ray Barretto & New World Spirit, The Summer Knows
Ismael Rivera, Sale el Sol
Se ve que me gusta «Summertime». Es, pues, un bello clásico. Pero cada una de las versiones que propongo de ese tema es tan diferente de la otra que nadie se dará cuenta que es el mismo tema.
Hacia el final de programa haré una entrevista a uno de los organizadores de la «Fiesta de la música», oferta real para este verano, que ocurrirá en unos días.
TAN LEJOS TAN CERCA se emite de Lunes a Viernes por Radio Pública de Quito, en la frecuencia 102,9 FM. AQUÍ se puede escuchar el programa, en cualquier lugar del mundo, en vivo, en diferido o bien escuchar todos los programas que he hecho hasta el momento, cada uno con un tema particular.