La política mató a mi perra, Burbuja. Eran los días de infancia. Era el Ecuador polarizado por febres-corderistas y borjistas, que luego devinieron en febresborjistas. Era el tiempo de cambio de casa. En la nueva casa ya no había espacio para la gigantesca perra San Bernardo que, torpe y bella, necesitaba pasto para correr, estanques para nadar, flores para destruir. Así que decidimos enviarla a la hacienda de una familia amiga, para que allí haga una nueva vida. Pasaron los meses, y el país se enfrasco en la pelea. La familia amiga, los dueños de la tierra y la hacienda, simpatizaban con el “insolente recadero de la oligarquía”. El pueblo cercano a la propiedad simpatizaba con el “nariz de tiza de sastre”. Un incidente ocurrió, nunca nos explicaron bien, entre los indígenas del pueblo y los mestizos de la hacienda. Burbuja murió muerta a balazo limpio. Nuestros espíritus infantiles se hallaron heridos para siempre, aleccionados ya del país que el destino nos impuso.
Nunca tuvimos más perros. Nos alejamos de la dinámica canina. Con el tiempo he visto desde la distancia la contradictoria relación del hombre con el perro. Veo, me admiro siempre, de cómo las redes sociales están atestadas de fotografías de perros en sus diferentes estados: felices, junto con sus amos; desaparecidos, cuando alguien los ha raptado o, simplemente, han escapado del yugo humano; torturados –fotos obscenas, pornográficas– por desaprensivos. He sentido lástima por aquellos hombres y aquellas mujeres que, en su infinita soledad, prefieren al perro por sobre el ser humano. Y veo también la profunda ligazón entre hombre y bestia, expresada en la fidelidad y cariño entre uno y otra. No se, entonces, porqué el termino “perro”, tiene también una definición secundaria tan difamatoria. “Qué perra vida” decimos cuando una vida es mala, angustiosa; “que tarde de perros”, cuando una tarde viene con la mano cambiada; “me siento como un perro”, cuando la enfermedad cunde, o la culpabilidad aprieta.
No importa cómo o porqué, decidí dedicar este programa de radio al “mejor amigo del hombre”. Son todas canciones que hablan de los perros. Más bien dicho hablan sobre los hombres, a los que acompaña casi siempre, un perro.
Florence and The Machine, Dog Days are Over
David Bowie, Diamond Dogs
Frank Zappa, Uncle Meat / Dog Breath
Tom Waits, Putting On a Dog
Tom Waits, Rain Dogs
Paul Simon, Rene and Georgette Magritte With Their Dog After the War
The Beatles, Martha My Dear
Mark Knopfler, Wag the Dog
Tori Amos, You Can Bring Your Dog
Kevin Eubanks, Ghost Dog Blues
Led Zeppellin, Black Dog
Serú Girán, Noche de perros
Poncho Sánchez, Short Dog
Quantic & Flowering Inferno, Dog With a Rope
Rubén Blades, Ojos de perro azul
Este programa se emite, en vivo, el JUEVES 4 DE ABRIL, de 12:30 a 14:00 (17:30 – 19:00 GMT) por Distrito FM 102.9. ESTÁ DISPONIBLE LA TRANSMISIÓN EN VIVO VIA LIVE STREAMING. Se puede escuchar en este sitio web, también en diferido, y todos los programas anteriores. Imagen: «Double Portrait», Lucian Freud, 1985 – 1986.