Ese insulto –uno de los más memorables de la historia ecuatoriana– es de autoría del finado Roldós, y se refería como “el insolente recadero de la oligarquía” al macabro León Febres Cordero. Y Febres resulta análogo a Lady Margaret Thatcher, que por las mismas épocas en que el guayaquileño gobernaba esta tierra, regía con mano criminal los destinos de la Gran Bretaña. Ambos con las manos manchadas de sangre, ambos aborrecidos por la gente, ambos que murieron en total impunidad.
No encuentro mejores palabras para describir lo que significó Maggie Thatcher para el mundo, y sobre todo para su pobre país, esa dictadura perenne, el Reino Unido, que repetir lo que escribió esta misma semana el compositor y cantante de Manchester, Morrissey: “Cada movimiento que hizo Thatcher estaba cargado de negatividad; destruyó la industria manufacturera británica, odiaba a los luchadores por la libertad irlandesa y permitió que murieran, odiaba a los pobres ingleses y no hizo absolutamente nada para ayudarlos, odiaba a Greenpeace y a los defensores del medioambiente, fue el único líder político europeo que se opuso a la prohibición del tráfico de marfil, no tenía ni ingenio ni calidez, e incluso su propio gabinete la expulsó. Dio la orden de volar el Belgrano a pesar de que estaba fuera de la zona de exclusión de las Malvinas y ¡navegaba LEJOS de las islas! Mientras que los jóvenes argentinos a bordo del Belgrano habían sufrido la muerte más atroz e injusta, Thatcher levantó los pulgares a la prensa británica”.
Thatcher se alió con Reagan y con Karol Woytila, el tristemente célebre Juan Pablo II, para la intervención a pueblos más débiles, y para dotar al mundo de más injusticia y más hambre. Esos fueron los momentos más dolorosos de la última parte del siglo veinte. Fue amiga de la muerte de los otros. Fue gestora de tremendas injusticias. Empobreció a los más pobres y enriqueció a los más ricos. Cuando Pinochet yacía en prisión domiciliaria en Londres, Lady Maggie fue a visitarlo. La imagen de los dos ancianos asesinos dio la vuelta al mundo. Estaban hechos tal para cual. El dolor que provocaron se mide de la misma manera. Olía a azufre en ese cuarto.
En este programa de radio vamos a rendir un homenaje a quienes se opusieron a semejante ogro. Las canciones que hacen parte de este programa son casi todas creadas en oposición a la Thatcher. Hay un par que fueron compuestas bastante antes de su tiempo, pero que le calzan perfecto. Y hay otras dos que hablan de oprobioso Reino Unido del siglo veinte, que reverencia la dictadura de la monarquía, y condena a los humildes al hambre. Es decir, lo que mejor sabía hacer la señora Thatcher.
Ella Fitzgerald Ding Dong!, The Witch is Dead
Solomon Burke, Maggie’s Farm
Elenco de la obra «Billy Elliot», Merry Christmas Maggie Thatcher
The Clash, London Calling
The Sex Pistols, Submission
The Smiths, The Queen is Dead (Take Me Back to Dear Old Blighty)
Morrissey, Margaret on the Guillotine
Elvis Costello, Tramp the Dirt Down
Elvis Costello, Shipbuilding
Billy Bragg, Thatcherites
Billy Bragg, Between the Wars
Charly García, No bombardeen Buenos Aires
Serú Girán, No llores por mi Argentina
Paul McCartney, All My Trials
Pink Floyd, The Post War Dream
The The, Heartland
Sinéad O’Connor, Black Boys On Mopeds
Este programa se emite, en vivo, el VIERNES 12 DE ABRIL, de 12:30 a 14:00 (17:30 – 19:00 GMT) por Distrito FM 102.9. ESTÁ DISPONIBLE LA TRANSMISIÓN EN VIVO VIA LIVE STREAMING. Se puede escuchar en este sitio web, también en diferido, a cualquier hora y todos los programas anteriores.