Escuche aquí: Capítulo 28: El futuro de la Nueva Trova es el pasado
“Promete el futuro portarse bien” / Santiago Feliú
Era 1983 y yo estaba en sexto grado del colegio. Aquella noche fue muy especial. En el Coliseo Julio César Hidalgo, en el centro de Quito, tocaban por primera vez en el país Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Mi padre me llevó al concierto y el recuerdo es luminoso: el coliseo totalmente lleno, la chispa que rondaba por el ambiente, los cantautores entregados que entonaban unas canciones que todos los presentes –menos yo y mi padre– las coreaban a gritos. Silvio y Pablo eran como dos estrellas de rock en esa noche de 1983. Eran del movimiento de la “Nueva Trova cubana”, y aquel concierto quedaría consignado en un LP que hasta ahora anda rondando por nuestra casa.
Eran tiempos álgidos de la guerra y fría –Reagan en el poder, LFC apoderándose de la «decisión nacional»– y la rudimentaria izquierda ecuatoriana idolatraba al gobierno revolucionario cubano, y todo lo que de allí provenía. Yo, niño supuestamente de izquierdas también, empecé a escuchar con mucha atención a la nueva trova, y confieso que siempre me pareció que ellos –que Silvio, Pablo, Noel Nicola, Sara González– eran bastante más trascendentes, en mi limitado mundo de clase media, que los jefes barbudos vestidos de verde oliva. A los músicos de la Nueva Trova cubana se les identifica –desde siempre– con el proceso revolucionario cubano. Sin embargo –ahora que ha pasado el tiempo– me pregunto si esa identificación total es justa.
¿Hubieran existido unos Silvios o unos Pablos sin Fidel?
Mi primera especulación es que sí. Que, como ellos mismos lo han dicho, ellos son hijos, en realidad, de la vieja trova cubana: un grupo en estado de gracia que reinventó la música cubana, tanto como la nueva trova lo hizo luego. La politización de la nueva trova vino por convicción, pero también por las oportunidades que se le abrieron para dar a conocer a su música, dentro del aparato estatal, en específico la Casa de las Américas, por obra y gracia de Haydee Santamaría, heroína del 26 de Julio. Sin embargo, el talento de estos cantautores proviene de una cultura musical poderosa, milenaria. Sin Fidel, Silvio igual hubiera sido Silvio.
Pienso, al volver a escuchar algunas de las canciones –muy bellas canciones– de la Nueva Trova, que, en efecto, la historia tendrá resultados mixtos a la hora de juzgar a la revolución cubana –sin duda no absolverá a Fidel Castro. Pero será mucho más generosa con la Nueva Trova. La calidad de la música, el nivel de poesía, la artisticidad en general, están rankeadas entre lo mejor de toda la música en lengua española de todos los tiempos. Se trata de tremendos músicos que hacían tremenda música. Claro, muchos temas suenan añejos y son pertenecientes a un tiempo y un espacio específico. Pero otras –muchas– han vencido la prueba del tiempo, han triunfado sobre el pesado fardo de ser “música oficial”. Son, como se puede escuchar en este programa, canciones de una belleza estremecedora.
- Cuba va – Grupo de experimentación sonora del ICAIC
- Son para despertar una negrita – Pablo Milanés
- Alma mía – Pablo Milanés
- El colibrí – Santiago Feliú
- Noticiero – Santiago Feliú
- Carta a Harry Potter – Frank Delgado
- Corazón, corazón _Issac Delgado
- Desnuda y con sombrilla – Silvio Rodríguez
- Una canción de amor esta noche – Silvio Rodríguez
- Salgo de casa – Eduardo Ramos
- Habana llena de gente – Gerardo Alfonso
- Girón: la victoria – Sara González
- Un día de noviembre – Leo Brouwer
- Habáname – Carlos Varela
Este capítulo de TAN LEJOS TAN CERCA se emitirá en vivo el viernes 25 de agosto de 2017, desde las 18:30 hasta las 19:48 (GMT-5). Aquí se puede escuchar el programa en vivo desde este sitio web. Aquí se puede escuchar el programa en cualquier momento después de su emisión viva, y todos los programas anteriores. Foto: Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola en la Casa de las Américas en 1968. (Blog Segunda Cita, de SRD).